Aportaciones del micropsicoanálisis a la teoría de la agresividad

Abstract

A diferencia del psicoanálisis clásico o de la neurofisiología para quienes la agresividad es una pulsión o instinto dependiente de cen­tros cerebrales concretos, para el rnicropsicoa­nálisis, la agresividad es una actividad, es de­cir, el modo psicobiológico de expresión y de integración funcional de la energía y de la mo­tricidad copulsional. Es importante señalar que una actividad pone en juego los distintos niveles de estructuración de la energía de los que el hombre está compuesto, desde los in­tentos, cuya energía es neutra, poco estructu­rada y desprovista de finalidad (energía que es común a las demás actividades: dormir­soñar y sexualidad), hasta las entidades psi­cobiológicas, cuya energía está ya estructura­da en el sentido psíquico o material. Una ac­tividad pone en juego también a todo el con­junto del sistema pulsional, desde la pulsión de muerte-de vida hasta su especialización en copulsiones específicas que son las equivalen­tes de las pulsiones freudianas, en el caso de la agresividad son las de destrucción, conser­vación, agresión y dominio.