En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaraba que la Covid-19 se elevaba a categoría de pandemia mundial, estableciendo medidas drásticas como el confinamiento domiciliario durante semanas, cerrando escuelas y guarderías. Como se conocería más adelante, todo esto implicaría un gran impacto bio-psico-social en una población menor de edad que en un principio parecía presentar un menor riesgo de complicaciones orgánicas 1 , 2 . Sin embargo, el cierre de colegios, la ruptura de las rutinas y la falta de socialización son factores que parecen haber afectado de forma negativa sobre su salud mental 3 . Hasta ahora se disponían de pocos estudios al respecto, sin embargo, varias investigaciones realizadas han apuntado que trastornos como la ansiedad, depresión, y estrés postraumático parecen haber jugado un papel importante especialmente en los pacientes más jóvenes con dificultad en la resolución de problemas y la gestión de emociones 4 , 5 . En un intento de reducir ese estrés generado, las estrategias de afrontamiento podrían jugar un papel clave 6 , entre las que podrían resultar efectivas serían la reestructuración positiva, la aceptación y el humor, al contrario de lo que serían la autocrítica o el desapego. Tras esta pandemia parece claro, que es necesario abordar de una forma específica a la población infantil frente a la adulta, quedando claro que se trata de una población vulnerable a las crisis sociales, si bien han presentado escasa morbi-mortalidad, no parece así la referente a su salud mental 7 .
Es por ello que el objetivo de este trabajo es determinar el impacto que tuvo la Covid-19 y el confinamiento durante 2020 en la salud mental de la población menor de 18 años, revisando para ello el perfil de los pacientes que acudieron al Servicio de Urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza durante el periodo que comprende de mayo de 2020 a mayo de 2021 y que fueron valorados por el equipo de Psiquiatría de guardia. Así mismo, se compara con los datos de asistencia a urgencias obtenidos en el mismo Servicio durante el año 2017.
Además, el trabajo tiene como objetivo revisar la literatura científica publicada sobre el impacto en la salud mental infanto-juvenil de la Covid-19, así como, los factores que pudieron tener relevancia, para conocer mejor y planificar futuras atenciones necesarias.
Material y métodos
Para ello, tras contar con la aprobación del Comité Ético del Hospital (CEICA), se realizó un estudio descriptivo observacional retrospectivo, estudiando los registros anónimos del servicio, además de realizar, una revisión bibliográfica de la literatura publicada recientemente en bases de datos como Pubmed y Embase, en búsqueda de estudios sobre el efecto del confinamiento y la pandemia sobre la salud mental infanto-juvenil, con palabras clave como “children” “niño”, “COVID” and “mental health” (salud mental) unidas por el operador “and” (y).
Se han revisado para ello, estudios publicados entre 2020 y 2022, excluyéndose aquellos que hacían referencia a población mayor de edad.
Los datos se procesaron en el programa Jamovi ® 1.8.2 obteniéndose las medidas descriptivas y analíticas de contraste de hipótesis. Así mismo, para el análisis se consideró un error estadístico <5%.
Resultados
El número total de urgencias atendidas en menores por el equipo de Psiquiatría de guardia en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, en dicho periodo, fue de 436, lo que supone un 16% del total de urgencias psiquiátricas atendidas en esos meses. Estos datos arrojan un aumento del 20% de asistencia en relación con datos previos recogidos en la misma franja de meses correspondientes al año 2017 (el número de urgencias atendidas en menores fue de 348). Si bien, debemos destacar que los meses posteriores al confinamiento (mayo-julio de 2020) ponen de manifiesto una disminución del 30% de visitas (media de visitas por mes 12), en comparación a esa franja de meses en el año 2017 (media por mes de 19).
Por otro lado, nuestro estudio reporta que un 40% de los pacientes visitados precisó ingreso en la Unidad de Hospitalización Infanto-Juvenil, casi en la totalidad de los casos realizándose de forma programada, dato ligeramente superior al hallado durante el año 2017 (36% en ese año).
La edad media de consulta fue de 14,9 ±1,96 años. En cuanto al sexo, existe un predominio femenino con un 65% de las consultas realizadas, dato que se mantiene prácticamente estable en relación con otros periodos estudiados. El diagnóstico más frecuente fue el de trastorno de ansiedad, seguido de trastorno del estado del ánimo. Si segregamos el diagnóstico por sexos, vemos que en hombres es frecuente el trastorno de conducta y perturbación de las emociones, mientras que en las mujeres destaca el trastorno de ansiedad y el trastorno de conducta alimentaria (ver Tablas 1 y 2).
Edad media consulta | 14,9 ±1,96 años |
Sexo | Femenino 65%, Masculino 35% |
Diagnóstico más frecuente | T. Ansiedad (45 %) |
Segundo diagnóstico más frecuente | T. Estado del ánimo (30%) |
Discusión
Los datos recogidos en nuestro estudio son congruentes con la bibliografía disponible, reflejando un aumento de demanda de asistencia en salud mental posterior a la pandemia Covid-19 que tuvo lugar durante el año 2020.
Kruizinga et al, reporta una disminución de hasta el 70% del número total de urgencias pediátricas durante el confinamiento y un aumento posterior de hasta el 25% de asistencia en Urgencias en relación a patología de Salud Mental 4 .
Guessoum et al, en su estudio sobre trastornos mentales en la adolescencia durante la pandemia de Covid-19 reporta una especial vulnerabilidad en esta población, con incremento de los trastornos de ansiedad, del ánimo y del trastorno por estrés post-traumático 5 . Recientemente, durante este año 2022, el Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y Adolescencia Español estima que los trastornos de ansiedad y depresivos se han cuadruplicado desde el inicio de la pandemia, así como, otros trastornos de conducta y estima un incremento de trastorno mental en niños y adolescentes de hasta un 47% en comparación con datos de 2019 7 . Por otro lado, Davico et al, en su estudio sobre el impacto de la pandemia en las Urgencias Psiquiátricas entre menores de edad, reporta un descenso de las visitas a urgencias en las primeras 8 semanas de confinamiento 8 . Se hipotetiza en este estudio, la evitación por parte de los hospitales de la población general motivada por el miedo al contagio como explicación a ese descenso. Además, se señala la relevancia de la suspensión de las actividades diarias como un factor beneficioso para aquellos que sufren ansiedad de separación, fobia social o absentismo escolar, que obtuvieron un alivio al abandonar las obligaciones diarias de asistencia al colegio. Por otro lado, los autores creen que la incertidumbre, la reducción de ejercicio físico y la disminución de contacto social pudo afectar negativamente entre los más jóvenes. En 2022 se ha publicado también un estudio sobre la utilización del Servicio de Urgencias en Montreal, Canadá. En dicho trabajo, los autores reportan un aumento de la asistencia psiquiátrica urgente durante los primeros 20 meses de la pandemia, especialmente entre mujeres jóvenes, destacando el diagnóstico de trastorno de conducta alimentaria, datos que concuerdan con los resultados hallados en este estudio 9 . Para Holmes 10 es vital la creación de equipos multidisciplinares y el estudio de la salud mental desde una perspectiva integradora.
Por último, nuestro estudio refleja el predominio de diagnósticos de tipo externalizantes en los varones e internalizantes en las mujeres, dato interesante en la forma de responder ante un evento estresante como fue la pandemia por Covid-19 y que podría ser objeto de un estudio posterior.
Respecto a las limitaciones de este estudio consideramos que presenta las propias de un trabajo retrospectivo de recogida de datos.