Artículo de revisión

DOI: 10.31766/revpsij.v40n3a2

Redes sociales y conductas suicidas en la infancia y la adolescencia durante la pandemia de COVID-19: una relación difícil de estimar


Social networks and suicidal behavior in childhood and adolescence during the COVID-19 pandemic: a difficult-toestimate relationship

Rocío Paricio-del-Castillo 1 ORCID

1. Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Puerta de Hierro, España.

Lourdes García-Murillo 1 ORCID

1. Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Puerta de Hierro, España.

Leticia Mallol-Castaño 1 ORCID

1. Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Puerta de Hierro, España.

Pablo del Sol Calderón 1 ORCID

1. Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Puerta de Hierro, España.

Ana Pascual Aranda 1 ORCID

1. Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Puerta de Hierro, España.

Inmaculada Palanca-Maresca 1 ORCID

1. Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Puerta de Hierro, España.


* AUTOR DE CORRESPONDENCIA: Rocío Paricio del Castillo Correo: rocio.paricio@salud.madrid.org. Email

Revista de Psiquiatría Infanto-Juvenil (AEPNYA), Vol. 40 Núm. 3 (Julio - Septiembre, 2023 ), Pag: 4-14. ISSN: 1130-9512 | E-ISSN: 2660-7271


Recibido / Received: 22/08/22
Aceptado / Accepted: 12/07/23



RESUMEN

Introducción: Tras la pandemia por Covid-19, ha aumentado la incidencia del suicidio infantojuvenil en España y se ha incrementado el uso de los Medios de Comunicación Social (MCS), pudiendo haber contribuido en el aumento de las conductas suicidas. Métodos: Revisión narrativa de estudios publicados en Pubmed sobre conductas suicidas y uso de MCS en menores de edad. Resultados: Los estudios sobre asociación entre suicidio y MCS son contradictorios. La mayoría señalan la existencia de beneficios (mantener la conectividad social y disminuir la soledad) y también riesgos (ansiedad, depresión, adicción y cyberbulling) que pudieron incrementarse, con una posible asociación secundaria de conductas suicidas. La falta de regulación de información sobre el suicidio propicia su contagio (efecto Werther), pero un buen uso de los MCS puede proteger frente a la autolisis (efecto Papageno). Discusión: La relación entre suicidio infanto-juvenil y MCS es compleja y bidireccional. Aunque hay evidencia de que los MCS son un factor de riesgo emergente para la salud mental, el uso de MCS en pandemia pudo ayudar a reducir la sensación de soledad en confinamiento. No se puede descartar su influencia negativa en algunos menores vulnerables, concretamente, en las crisis suicidas. Se debe explorar la relación con los MCS de los menores de riesgo como una dimensión más de vida. Conclusión: El incremento del suicidio en menores tras la pandemia obliga a revisar, entre otros factores, su acceso al mundo digital. Es indispensable establecer investigaciones rigurosas acerca de la posible asociación entre MCS y suicidio infanto-juvenil.

Palabras clave: Suicidio, adolescente, psiquiatría infantil y de la adolescencia, covid-19, medios de comunicación social, redes sociales.


ABSTRACT

Introducción: After the outbreak of the COVID-19 pandemic, the incidence of child and adolescent suicide in Spain has increased. The use of Social Media (SM) has also increased, which could have also contributed to the increase in suicidal behavior. Methods: Narrative review of studies published on Pubmed on suicidal behavior and the use of Social Media among minors. Results: The reviewed studies on the association between suicide and SM are contradictory. On the one hand, thanks to Social Media, during the pandemic, minors were able to maintain their social communities and alleviate loneliness. On the other, the inherent risks (increased anxiety and depression symptoms, addiction and cyberbullying) might also have increased, with a possible secondary association with suicidal behavior. Lack of regulation regarding the dissemination of information on suicide can lead to its spread (Werther effect), yet a good use of Social Media might prevent suicidal behavior (Papageno effect). Discussion: The association between child and adolescent suicide and Social Media is complex and bidirectional. Although there is evidence that supports that SM is an emerging risk factor for mental health, the use of SM during the pandemic might have helped to reduce the feeling of loneliness caused by confinement. The involvement of minors with SM must be studied as an additional dimension of their lives. Conclusion: The increase in child and adolescent suicide after the pandemic makes it necessary to reflect on their accessibility to the digital world in order to ensure their safety. It is essential to promote rigorous research about the possible association between SM and child and adolescent suicide.

Keywords: suicide, adolescent, child and adolescent psychiatry, covid-19, social media, social network.




INTRODUCCIÓN


Evolución del suicidio infanto-juvenil en España

El incremento de la incidencia de suicidio en menores de edad en el contexto de la pandemia de Covid-19 es un fenómeno que se ha constatado a lo largo de todo el mundo 1 . En España, el suicidio consumado no ha dejado de aumentar desde el año 2020, tanto en la población general, como en la población infanto-juvenil.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2020, 3.941 personas fallecieron por suicidio, suponiendo un incremento de muertes por suicidio de un 7,4% respecto del año 2019 2 . Si observamos los datos desagregados por edad, destaca particularmente el aumento de suicidios en la infancia: 14 menores de 15 años, duplicando la cifra del año 2019. En el año 2021, se incrementó de nuevo la mortalidad por suicidio en un 1,6% respecto al año previo, alcanzando 4.003 defunciones, con 22 menores de 15 años fallecidos por suicidio 2 . Los datos provisionales sobre el año 2022 estiman que se ha producido un nuevo incremento del número de suicidios. Las cifras constatadas por el INE de los años 2020 y 2021 señalan que son los años en los que más personas se han suicidado en España desde que se iniciaron los registros.

Existe una importante limitación para estudiar la incidencia de suicidio en la adolescencia en España, puesto que la franja de la juventud recogida por el INE abarca desde los 15 a los 29 años. No obstante, es destacable que, en el año 2020, el suicidio fue la segunda causa de muerte entre la juventud de 15 a 29 años, con 300 muertes; mientras que, en el año 2021, superó ya en mortalidad a los procesos oncológicos y fue la primera causa de muerte nacional en este grupo de edad 2 .

Al aumento de suicidios consumados debe añadirse el amplio espectro que incluye los suicidios frustrados, las conductas suicidas o parasuicidas, y la ideación autolítica en la población infanto-juvenil 3 . Tras la primera ola de la pandemia de Covid-19, las atenciones en Servicios de Urgencias a problemas psiquiátricos en la infancia en los hospitales de España se cuadruplicaron, siendo los principales motivos de consulta el intento autolítico y la ideación autolítica 4 .

Los motivos del repunte de suicidio infantil en nuestro entorno, progresivo desde 2008 y acelerado a partir de 2020, no han sido suficientemente investigados; especialmente, en la población pre-adolescente 5 . Autores como Cyrulnik señalan que las tasas nacionales de suicidio infanto-juvenil son un indicador de las condiciones en las cuales se está desarrollando la infancia; de tal forma que un incremento de la incidencia de suicidio infantil traduce condiciones psicosociales desfavorables para el desarrollo de la infancia 6 . Algunos de los factores fuertemente asociados con el suicido infantil son el estilo de apego desorganizado y las dinámicas familiares violentas o gravemente disfuncionales 7 . La interacción entre la vulnerabilidad genética, el ambiente y los eventos vitales estresantes es uno de los modelos propuestos y mayoritariamente aceptados para la comprensión del suicidio 8 . Desde los estudios clásicos de Durkheim, se conoce que las tasas anuales de suicidio en los distintos países tienden a mantenerse constantes a lo largo de prolongados períodos, y que los picos acusados en las mismas se corresponden con acontecimientos como guerras o depresiones económicas 9 .

La pandemia de Covid-19 parece haber actuado como un gran acontecimiento socialmente estresante, acelerando drásticamente las conductas suicidas y los suicidios consumados en la población española infanto-juvenil. La mayoría de las publicaciones hasta el momento analizan la posible influencia de numerosos factores psicosociales (como la situación familiar, la economía, el cierre de la educación presencial, el fallecimiento de seres queridos, el sedentarismo o el distanciamiento social) en el empeoramiento de la salud mental infanto-juvenil y en el incremento de conductas autolesivas y autolíticas 1 , 10 . Sin embargo, las investigaciones sobre el posible papel que el incremento del uso de los medios de comunicación social en pandemia ha podido jugar en el aumento de las conductas suicidas en la población menor de edad son limitadas, por tratarse de un factor no incluido en los estudios clásicos sobre suicidio.

Las redes sociales en la generación de los nativos digitales

Uno de los focos emergentes de investigación salud mental y suicidio infanto-juvenil es la compleja relación que ambos mantienen con el uso de medios de comunicación social (MCS). Los MCS (coloquialmente denominados “redes sociales”) son plataformas de comunicación en línea donde el contenido es creado por los propios usuarios mediante el uso de la web, permitiendo un rápido intercambio de información que, por lo general, no está regulada 11 . La primera red social del mundo, SixDegrees, se creó en el año 1997, pero fue en el siglo XXI cuando estas plataformas comenzaron a popularizarse. Desde entonces, el aumento del acceso a las redes sociales no ha dejado de crecer; pero, con la llegada de la pandemia de Covid-19, el incremento de su uso se ha acelerado, con un inicio cada vez más temprano. Cerca del 93% de los españoles con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años utilizaban algún tipo de red social en 2022, y recientemente se ha adelantado la edad de uso a los 12 años 12 , 13 . El incremento de su uso en nuestro país en los menores de edad es semejante a la evolución del suicidio infanto-juvenil. La capacidad de las conductas suicidas para propagarse mediante los fenómenos de imitación y modelaje está ampliamente descrita y se conoce como “efecto Werther”, por la ola de suicidios entre jóvenes lectores que sucedió tras la publicación de la obra de Goethe 14 ).

La hipótesis manejada en este trabajo es que, pese a sus aspectos positivos, el empleo masivo de los MCS durante la pandemia de Covid-19 ha podido repercutir negativamente en la salud mental y propiciar la difusión de conductas suicidas en algunos de sus usuarios; especialmente, en aquellos menores de edad, al permitir su acceso a contenidos suicidas sin filtros externos (escasez de controles individuales, por parte los adultos responsables, y globales, con legislaciones y políticas de protección eficaces) 15 .


Métodos

Se realiza revisión bibliográfica de tipo narrativo de la literatura científica publicada en Pubmed hasta enero de 2022. La búsqueda se realizó mediante los términos “social media” y “suicide” arrojó 1.061 resultados. Se excluyeron todos aquellos enfocados a población mayor de 18 años, reduciéndose a 405 resultados. De ellos, se excluyen las duplicaciones y las revisiones que incluyen los mismos artículos. Se excluyen también todos aquellos estudios en cuyos resultados no se ofrece ninguna mención al suicidio o las conductas suicidas en menores de edad, enfocándose en otros síntomas mentales. Si se seleccionan todos aquellos que, habiendo sido publicados antes de enero de 2022, hacían referencia a la pandemia de Covid-19. Finalmente, resultaron seleccionados 11 artículos (Gráfico 1). Los estudios analizados y sus características se recogen en la Tabla 1.


v40n3a02image001.png

Gráfico 1 Diagrama de flujo de revisión de estudios


Tabla 1 Aspectos fundamentales de los estudios seleccionados revisados

Estudio Centro País Tipo de estudio Tamaño muestra Edad (años) Resultados destacados
Nesi J et al (2020) Universidad de Brown Estados Unidos Opinión de experto --- --- Señala resultados contradictorios en torno al perjuicio de las redes sociales sobre la salud mental. El ciberacoso se ha asociado consistentemente con mayores índices de autolesión, conducta suicida o problemas de externalización/internalización. El consumo de contenido relacionado con conducta suicida puede favorecer la presencia de la misma. De los posibles usos positivos de redes sociales destaca el facilitar las conexiones sociales o la creación de comunidades de apoyo online.
Vidal C et al (2020) Departamento de Psiquiatría y Ciencias de la conducta Johns Hopkins, de la escuela de Medicina Estados Unidos Revisión sistemática 42 estudios 10-18 años Mediante una revisión sistemática tipo PRISMA, se examinan los estudios sobre el uso de redes sociales frente al uso general de Internet en población de 10 a 18 años, y la asociación entre el uso de redes sociales y depresión y/o conductas suicidas en esta población. La mayoría de los estudios reflejan una asociación bidireccional entre el uso de redes sociales y depresión, y se sugiere una posible influencia en la aparición de conductas suicidas.
Swedo EA et al (2021) Servicio de inteligencia epidémica Estados Unidos Transversal 9733 13-18 Mediante cuestionario autoadministrado por adolescentes (versión modificada de cuestionario- revisado para conducta suicida) estudia la conducta suicida junto con la posible influencia de redes sociales. De entre los que publicaron en redes contenido relacionado con suicidio (12% del total) el 24-9% presentaron ideas o intentos de suicidio. Exposición pasiva a contenido suicida en redes (ver publicaciones) se asocia con ideas suicidas, mientras que publicar dicho contenido se asocia además con intentos de suicidio.
Hamilton JL et al (2021) U. de Nueva Jersey Estados Unidos Transversal 100 12-18 Adolescentes en programa ambulatorio intensivo para depresión y conducta suicida. Un menor uso de redes sociales se asocia con más riesgo suicida al poder presentar niveles mayores de anhedonia o retirada social voluntaria.
Sedgwick R et al (2019) King´s College Reino Unido Revisión sistemática 9 estudios 11-18 Señala asociación entre uso incrementado de redes sociales/internet en 7 de los estudios. La afectación del sueño y el acoso escolar son posibles mediadores de dicha asociación. Existe más riesgo de suicidio en población con muy elevado uso de internet y en los que nunca consumen internet, determinando que algo de uso puede ser protector. La búsqueda de contenido relacionado con suicidio se asoció con mayor riesgo de intentos de suicidio en dos de los estudios revisados.
Brunstein Klomek A et al (2019) U. Tel Aviv Israel Observacional prospectivo 2933 12-18 Señala asociación bidireccional entre depresión y haber tenido experiencia de acoso (de cualquier tipo) en adolescentes. La victimización física en una única ocasión se asocia con intentos e ideas suicidas tardías. El acoso verbal más relacional de curso crónico se asocia con ideas suicidas mientras que el acoso físico de curso crónico con intentos suicidas.
Zaborskis A et al (2019) U. Lituania Lituania Transversal 3814 15 Estudio mediante cuestionario auto-rellenado por adolescentes de Israel, Lituania y Luxemburgo. Ciberacoso y acoso escolar se asocia significativamente con mayores índices de ideación, planificación e intentos de suicidio.
Cauberghe V et al (2021) U. Gante Bélgica Transversal 2165 13-19 Explorar el uso de redes sociales entre adolescentes como estrategias de afrontamiento de ansiedad y soledad ante la pandemia por COVID-19. Encuentran que la ansiedad puede ser manejada a través de redes sociales como una estrategia activa para mitigar la ansiedad y conectar con otros. La soledad se gestiona con redes sociales buscando la conexión con los demás. El uso de redes sociales de contenido divertido como estrategia de manejo de malestar a través del humor se asocia con mayores niveles de felicidad.
Zygo M et al (2019) Hospital Neuropsiquiátrico Kaczyński Polonia Transversal 5685 13-19 De su muestra resalta que los intentos de suicidio son significativamente más frecuentes en áreas urbanas que en rurales. De entre los motivos del intento de suicidio: impotencia en el 12.69%, soledad en el 8.49%, rechazo en el 6.24%. Otros fueron conflictos con sus padres (5.81%) o dificultades académicas (3.65%) o conflictos con pares (2,43%). Se observa también una asociación significativa entre conductas suicidas y consumo de sustancias en familiares.
Van Meter A R et al (2019) Hospital Zucker Hillside Estados Unidos Transversal 6447 13-18 Tanto adolescentes como padres rellenan cuestionarios (padres sobre funcionamiento familiar). Conflictos familiares y relaciones de amistad negativas se asociaba significativamente con conducta suicida (OR 1,26 y 1.2 respectivamente).
Cataldo I et al (2021) U. de Trento Italia Revisión sistemática 44 estudios 10-19 Señala que un uso pasivo de redes sociales (no publicar contenido sino navegar) se asocia a mayores niveles de depresión. En un estudio se observa que la soledad es un predictor de un mayor uso de redes sociales.


Resultados

Suicidio, redes sociales y salud mental

En los últimos años previos a la pandemia, múltiples estudios trataron de evaluar, tanto desde la perspectiva de los profesionales de la salud mental como desde la perspectiva de los adolescentes, la posible influencia negativa de los MCS en el bienestar de las y los menores de edad 15 , 16 . En la mayoría de estos estudios, se señala la doble vertiente de riesgos y beneficios que puede suponer el empleo de los MCS. La población adolescente vislumbra los MCS como fuentes potenciales de conocimiento y como lugares donde expresar sus opiniones y entrar en contacto con otros puntos de vista; pero también son capaces de identificar riesgos, como son: desencadenar sintomatología ansiosa y depresión en algunos adolescentes; ser una vía para ejercer violencia contra pares (ciberbullying), y actuar como un estímulo capaz de generar adicción comportamental en algunos menores de edad 16 .

Respecto al “efecto Werther”, la asociación entre el tratamiento del suicidio en obras de contenido audiovisual, como series o películas, difundidas por plataformas de suscripción, tipo Netflix®, y las conductas suicidas, no ha sido suficientemente investigada, aunque algunos estudios sugieren que su visualización podría aumentar el riesgo suicida; especialmente, durante las crisis suicidas 17 . Un metaanálisis realizado en 2021 sobre una muestra de 108 investigaciones que examinaban el impacto de historias de suicidios tratadas por distintos medios de comunicación confirma que la relación entre el reporte de los medios y las tasas actuales de suicidio es causal y real. Sin embargo, los autores también señalan que los medios de comunicación no sólo actúan como un factor de riesgo para las conductas suicidas, sino que, en función de la forma en que aborden la información, podrían actuar como un factor de protección 18 .

En contrapartida al “efecto Werther” en las redes sociales, encontramos el “efecto Papageno”, mucho menos conocido y estudiado. El “efecto Papageno” se define como un fenómeno psicológico y social debido al efecto protector que pueden suponer los relatos mediáticos de esperanza y recuperación de las crisis suicidas. Un metanálisis publicado en 2021 en la revista Lancet Public Health, analizó este efecto incluyendo ensayos que informaban sobre ideación suicida o la búsqueda de ayuda utilizando una narrativa mediática de esperanza y recuperación. Este tipo de narrativas por parte de los medios de comunicación centradas en la recuperación de las crisis suicidas y en la esperanza parecen tener un efecto beneficioso sobre la ideación suicida en individuos vulnerables 19 . Una revisión bibliográfica sobre los suicidios por imitación, propone valorar los efectos de los medios de comunicación sobre las conductas suicidas como un continuum entre los dos extremos 20 . Otra revisión señala que la cantidad y la calidad del uso de redes sociales en menores podría relacionarse con la aparición de sintomatología depresiva y conductas suicidas en menores de edad 21 .

La relación entre los usos de los MCS (tanto en frecuencia como en contenidos) y las conductas suicidas en las y los menores de edad es compleja, sin que se encuentren resultados concluyentes. Existen múltiples estudios sobre la relación entre el uso de los MCS y las conductas suicidas en las y los adolescentes, pero, en esta revisión, no se han encontrado estudios que analicen la relación con el suicidio consumado. Emulando las investigaciones realizadas sobre los medios de comunicación tradicionales, un estudio realizado en Ohio en 2018 sobre una muestra de pre-adolescentes (de 7 a 12 años) en crisis suicidas, que examinaba la asociación entre contenidos acerca de crisis suicidas en medios de comunicación social y las conductas suicidas presentadas por parte de estos menores, concluyó que la exposición a dichos contenidos aumentaba la ideación autolítica y las conductas suicidas. Entre los estudiantes que publicaron activamente contenidos relacionados con crisis suicidas en los MCS, un 22,9% (267/1,167) refirieron ideación autolítica, y el 15,0% (175/1,167) presentaron un intento autolítico durante la crisis suicida 22 . Sin embargo, otro estudio realizado sobre una muestra de cien adolescentes con diagnóstico de depresión y conductas suicidas, que midió semana a semana el empleo de MCS, comparándolo con la línea basal de uso de cada individuo, concluyó que, entre las y los adolescentes con alto riesgo suicida, un menor uso de los MCS podría reflejar anhedonia, lo que, a su vez, podría estar relacionado con un mayor riesgo suicida 23 .

Un metaanálisis realizado en el año 2019 (previo a la pandemia) sobre los estudios de relación entre las conductas suicidas y el uso de MCS en la adolescencia, concluyó que, si bien existía una asociación independiente entre ambas variables, las características de la misma debían ser evaluadas con más profundidad. En los estudios analizados, se señalaba que la fuerza de la asociación disminuía una vez que se ajustaba por la victimización por ciberbullying (que merecería una consideración específica por sus características potencialmente traumáticas) y por las alteraciones del sueño asociadas al uso de pantallas 24 . Además, señalaba que algún uso de los MCS, frente a no usarlos, podía asociarse a un menor riesgo de suicidio 24 .

La asociación entre la victimización por bullying y la sintomatología depresiva, la ideación autolítica y las conductas suicidas ha sido ampliamente estudiada 25 ; siendo el ciberbullying un fenómeno creciente asociado al uso de los MCS y un fuerte factor predictor de riesgo suicida en adolescentes 26 . Estar involucrado en situaciones de violencia, entre las que se encuentran el acoso escolar y el ciberbullying, ya sea como víctima o como agresor, se ha descrito como un importante factor de riesgo para la conducta suicida 6 . Los y las menores víctimas de bullying tienen 2,23 veces más riesgo de padecer ideaciones suicidas y 2,55 veces más riesgo de realizar intentos de suicido que aquellos que no lo han sufrido, siendo el impacto aún mayor cuando el acoso recibido es por las redes, ciberbullying 27 ).

Las redes sociales en la pandemia de Covid-19

El empleo de los MCS se ha incrementado durante la pandemia de Covid-19 en todos los rangos de edad, y, de manera muy acusada, en la población adolescente. En España, entre enero de 2020 y enero de 2021 hubo un incremento del número de usuarios de redes sociales de un 27,6% respecto al mismo periodo del año anterior (37,4 millones de usuarios, de los 42,5 millones de ciudadanos españoles con conexión a Internet), con una media de navegación diaria de 6 horas y 11 minutos. Las redes con mayor número de usuarios diarios son WhatsApp® (89,5% de la población) y de Youtube® (89,3% de la población) 28 .

A pesar de los reportes positivos en la literatura científica respecto al empleo poblacional de redes sociales durante la pandemia, como un método para mantener la conectividad social, se ha documentado que este uso elevado de MCS implicó para muchas personas una sobreexposición a información amenazante (a veces falsa o confusa) en un corto espacio de tiempo 29 . El exceso de información, y los intentos de desinformación, por medio de los MCS, podrían haber contribuido al empeoramiento de la salud mental de la población general (en la cual se incluirían los menores de edad), y obligan a pensar acerca de la necesidad de mantener un uso responsable de los MCS 30 .

No obstante, hay estudios que señalan que las redes sociales se convirtieron en un mecanismo que muchos menores emplearon para su regulación emocional. Un estudio realizado en Bélgica sobre una muestra de 2.165 adolescentes de entre 13 y 19 años comprobó que los sentimientos de soledad durante la pandemia habían tenido un impacto negativo en su salud mental mayor que los sentimientos de ansiedad, refiriendo, además, que el empleo de los MCS les ayudó a adaptarse a la situación de confinamiento y a mantener el contacto con sus amigos; de tal forma que, para muchos, supuso una forma de afrontar la cuarentena de una manera más positiva 31 . No hay estudios que evidencien una asociación entre el incremento del uso de MCS en la población menor de edad durante la pandemia y el incremento de suicidios.


Discusión

Los MCS juegan un papel fundamental y su uso debe ser explorado como una dimensión más en las vidas de las nuevas generaciones (denominadas también “nativas digitales”), que, a través de ellos, tienen acceso a una gran cantidad de información, sin que, habitualmente, medie el filtro de un adulto responsable 32 . La relación entre la salud mental y los MCS, y los MCS y las conductas autolíticas en menores de edad es muy compleja, probablemente bidireccional, y los estudios realizados hasta el momento arrojan datos contradictorios y no concluyentes. Tanto el empleo de MCS como las conductas suicidas se han incrementado en la población infanto-juvenil durante la pandemia de Covid-19, sin que se pueda establecer de manera clara si ha existido una asociación entre ambas variables. Los MCS se muestran como una espada de doble filo, con un uso potencialmente positivo (“efecto Papageno”, información, entretenimiento, conectividad, manejo de emociones positivas, etc.); pero que puede conllevar, también, numerosos riesgos para la salud mental, entre los que se incluye el aumento de sintomatología ansiosa, depresiva, problemas de conducta alimentaria, ciberbullying y, en última instancia, aumento de conductas suicidas o, incluso, de suicidio consumado (entre otros mecanismos, por medio del “efecto Werther”) 16 , 17 , 18 , 20 , 21 .

Se ha visto como en redes como TikTok® hay usuarios con muchos seguidores que promocionan las conductas autolesivas e incluso el suicidio como una salida para los problemas de los adolescentes 33 , 34 . Del mismo modo, la difusión entre población infantil y juvenil de series con alto contenido de violencia (como “El juego del calamar”) o que tratan el suicidio consumado de una forma explícita y controvertido (como la serie dirigida para adolescentes “Por 13 razones”), han suscitado un amplio debate público, debido a la ausencia de políticas y legislaciones que regulen de manera eficaz el acceso de las y los menores a las mismas, pese a sus posibles repercusiones negativas en su salud mental 35 , 36 , 37 .

En cualquier caso, a la vista de los estudios revisados, no se puede afirmar que exista asociación entre el aumento del uso de las redes sociales o las nuevas tecnologías durante la pandemia de Covid-19 y el aumento del número de suicidios infanto-juveniles en España. De hecho, es probable que su uso haya entrañado beneficios en algunos adolescentes 29 . En una etapa vital donde la socialización con pares resulta una necesidad básica y una prioridad, las redes sociales supusieron para los adolescentes un instrumento fundamental para combatir el aislamiento preventivo 31 , 32 . Sin embargo, aunque el empleo de MCS durante la pandemia de Covid-19 ha sido, en algunos casos, una herramienta con la cual los adolescentes han podido mantener sus relaciones interpersonales; según los estudios revisados, su uso habría podido, también, aumentar sus efectos perniciosos sobre la salud mental de algunos menores 29 - 32 .

El estudio actual cuenta con las limitaciones de calidad inherentes a las revisiones bibliográficas narrativas. Además, debido a la escasez de publicaciones científicas respecto al uso de redes sociales en la población infanto-juvenil en España, y a la fuerte influencia sociocultural en las conductas suicidas, es posible que los resultados obtenidos en estudios realizados sobre otros países no sean aplicables a la infancia y adolescencia españolas. No obstante, permite reflexionar acerca de un factor infraestudiado y potencialmente importante en el desarrollo de las conductas suicidas en la población menor de edad, invitando a iniciar investigaciones específicamente centradas en la posible asociación entre el incremento del uso de MCS en menores de edad, la disminución en la edad de acceso, y el incremento acelerado de conductas suicidas y suicidios consumados en esta franja etaria.




CONCLUSIONES


El actual trabajo revisa la literatura científica existente respecto a la posible relación entre el uso de MCS y las conductas suicidas en la población infanto-juvenil, en el marco de la pandemia de Covid-19, donde ambas variables se han incrementado notablemente. Los estudios publicados señalan una relación compleja entre los MCS y las conductas suicidas, que aún no está claramente establecida. Del mismo modo, señalan que los MCS pudieron tener efectos positivos para algunos adolescentes durante la pandemia, permitiéndoles gestionar sus emociones y favoreciendo su conectividad social; pero, en grupos de adolescentes vulnerables, han podido participar en un incremento de síntomas de ansiedad y depresión, y, de forma secundaria, de las conductas suicidas.

Es indispensable revisar, desde una perspectiva social, la accesibilidad actual de las y los menores al mundo digital, con frecuencia de manera indiscriminada, sin filtros ni controles efectivos que permitan garantizar su protección. La salud digital cobra su máxima relevancia y podría influir en la salud mental, siendo imprescindible educar a la infancia y la adolescencia en los potenciales riesgos de los MCS, dotándolos de herramientas para usarlos de una forma adecuada.

El incremento del suicidio infanto-juvenil en España es un alarmante problema de salud pública que requiere una revisión social amplia de los posibles factores implicados. La salud digital, como una dimensión más de la vida de las y los menores de edad, debe ser abordada con estudios rigurosos por parte de los organismos responsables. Resulta prioritario establecer políticas y legislaciones que protejan a los menores de manera eficaz, también en el universo digital.


Conflictos de interés
Los autores declaramos no tener conflictos de interés.


Contribuciones
Rocío Paricio-del-Castillo, Lourdes García-Murillo, Leticia Mallol-Castaño, Pablo del Sol Calderón, y Ana Pascual Aranda han realizado la revisión bibliográfica. Rocío Paricio-del-Castillo, Lourdes García-Murillo, Leticia Mallol-Castaño e Inmaculada Palanca-Maresca han participado en la redacción del estudio. Leticia Mallol-Castaño e Inmaculada Palanca-Maresca han participado en la recogida de datos. Todos los autores (Rocío Paricio-del-Castillo, Lourdes García-Murillo, Leticia Mallol-Castaño, Pablo del Sol Calderón, Ana Pascual Aranda e Inmaculada Palanca-Maresca) han participado en la concepción del estudio, su diseño, su revisión crítica y aprobaron la versión final para su publicación.


REFERENCIAS


1. Liu J, Chai L, Zhu H, Han Z. COVID-19 impacts and adolescent suicide: The mediating roles of child abuse and mental health conditions. Child Abuse Negl. 2023;138: 106076. https://doi.org/10.1016/j.chiabu.2023.106076

2. Instituto Nacional de Estadística (INE). Consultado el 15 de febrero de 2023. https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176780&menu=resu

3. Aumaitre A, Elena Costas E, Sánchez M, Taberner P, Vall J. Crecer Saludable(mente). Un análisis sobre la salud mental en la infancia y la adolescencia. España. Save the Children. 2021.

4. Villar F. Morir antes del suicidio. Prevención en la adolescencia. Barcelona. Herder Editorial, S.L. 2022.

5. Curtin SC, Heron M. Death Rates Due to Suicide and Homicide Among Persons Aged 10-24: United States, 2000-2017. NCHS Data Brief. 2019;352: 1-8.

6. Cyrulnik B. Cuando un niño se da muerte. 1a ed. España. Gedisa. 2014.

7. Mittendorfer-Rutz E, Rasmussen F, Wasserman D. Restricted fetal growth and adverse maternal psychosocial and socioeconomic conditions as risk factors for suicidal behaviour of offspring: a cohort study. The Lancet. 2004;364(9440): 1.135-1.140. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(04)17099-2

8. Brodsky BS. Early Childhood Environment and Genetic Interactions: the Diathesis for Suicidal Behavior. Curr Psychiatry Rep. 2016; 18(9):86. https://doi.org/10.1007/s11920-016-0716-z

9. Durkheim E. El suicidio. 4a ed. Madrid: Akal; 1995.

10. Meherali S, Punjani N, Louie-Poon S, Abdul Rahim K, Das JK, Salam RA, et al. Mental Health of Children and Adolescents Amidst COVID-19 and Past Pandemics: A Rapid Systematic Review. Int J Environ Res Public Health. 2021;18(7): 3432. https://doi.org/10.3390/ijerph18073432

11. Nesi J. The Impact of Social Media on Youth Mental Health: Challenges and Opportunities. N C Med J. 2020;81(2): 116-21. https://doi.org/0.18043/ncm.81.2.116

12. Statista 2023. Consultado el 15 de febrero de 2023. https://es.statista.com.

13. Elogia. Estudio Anual de Redes Sociales, 2022. España. IABSpain. 2022.

14. Phillips DP. The influence of suggestion on suicide: substantive and theoretical implications of the Werther effect. Am Sociol Rev. 2008;39(3): 340-354.

15. O'Reilly M. Social media and adolescent mental health: the good, the bad and the ugly. J Ment Health. 2020;29(2): 200-6. https://doir.org/10.1080/09638237.2020.1714007

16. O'Reilly M, Dogra N, Whiteman N, Hughes J, Eruyar S, Reilly P. Is social media bad for mental health and wellbeing? Exploring the perspectives of adolescents. Clin Child Psychol Psychiatry. 2018;23(4): 601-13. https://doi.org/10.1177/1359104518775154

17. Cheng AT, Hawton K, Lee CT, Chen TH. The influence of media reporting of the suicide of a celebrity on suicide rates: a population-based study. Int J Epidemiol. 2007; 36(6): 1229-34. https://doi.org/10.1093/ije/dym196

18. Domaradzki J. The Werther Effect, the Papageno Effect or No Effect? A Literature Review. Int J Environ Res Public Health. 2021;18(5): 2396. https://doi.org/10.3390/ijerph18052396

19. Niederkrotenthaler T, Till B, Kirchner S, Sinyor M, Braun M, Pirkis J, et al. Effects of media stories of hope and recovery on suicidal ideation and help-seeking attitudes and intentions: systematic review and meta-analysis. The Lancet Public Health. 2022;7(2): e156-e168. https://doi.org/10.1016/S2468-2667(21)00274-7

20. Scherr S, Steinleitner A. Between Werther and Papageno effects. Nervenarzt. 2015;86(5): 557-65. https://doi.org/10.1007/s00115-015-4260-6

21. Vidal C, Lhaksampa T, Miller L, Platt R. Social media use and depression in adolescents: a scoping review. Int Rev Psychiatry. 2020;32(3): 235-53. https://doi.org/10.1080/09540261.2020.1720623

22. Swedo EA, Beauregard JL, De Fijter S, Werhan L, Norris K, Montgomery MP, et al. Associations Between Social Media and Suicidal Behaviors During a Youth Suicide Cluster in Ohio. J Adolesc Health. 2021;68(2): 308-16. https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2020.05.049

23. Hamilton JL, Biernesser C, Moreno MA, Porta G, Hamilton E, Johnson K, et al. Social media use and prospective suicidal thoughts and behaviors among adolescents at high risk for suicide. Suicide Life Threat Behav. 2021;51(6): 1203-12. https://doi.org/10.1111/sltb.12801

24. Sedgwick R, Epstein S, Dutta R, Ougrin D. Social media, internet use and suicide attempts in adolescents. Curr Opin Psychiatry. 2019;32(6): 534-41. https://doi.org/10.1097/YCO.0000000000000547

25. Brunstein Klomek A, Barzilay S, Apter A, Carli V, Hoven CW, Sarchiapone M., et al. Bi-directional longitudinal associations between different types of bullying victimization, suicide ideation/attempts, and depression among a large sample of European adolescents. J Child Psychol Psychiatry. 2019;60(2): 209-15. https://doi.org/10.1111/jcpp.12951

26. Zaborskis A, Ilionsky G, Tesler R, Heinz A. The Association Between Cyberbullying, School Bullying, and Suicidality Among Adolescents: Findings From the Cross-National Study HBSC in Israel, Lithuania, and Luxembourg. Crisis. 2019;40(2): 100-14. https://doi.org/10.1027/0227-5910/a000536

27. Montiel I, Carbonell E, Pereda N. Multiple online victimization of Spanish adolescents: Results from a community sample. Child Abuse Negl. 2016;52: 123-34. https://doi.org/10.1016/j.chiabu.2015.12.005

28. Hootsuite, We are Social. Digital Report 2021: El Informe sobre las Tendencias Digitales, Redes Sociales y Mobile. Consultado el 18 de diciembre de 2022. https://wearesocial.com/es/blog/2021/01/digital-report-2021-el-informe-sobre-las-tendencias-digitales-redes-sociales-y-mobile/

29. Venegas-Vera AV, Colbert GB, Lerma EV. Positive and negative impact of social media in the COVID-19 era. Rev Cardiovasc Med. 2020;21(4): 561-4. https://doi.org/10.31083/j.rcm.2020.04.195

30. Su Z, McDonnell D, Wen J, Kozak M, Abbas J, Šegalo S, et al. Mental health consequences of COVID-19 media coverage: the need for effective crisis communication practices. Global Health. 2021;17(1): 4. https://doi.org/10.1186/s12992-020-00654-4

31. Cauberghe V, Van Wesenbeeck I, De Jans S, Hudders L, Ponnet K. How Adolescents Use Social Media to Cope with Feelings of Loneliness and Anxiety During COVID-19 Lockdown. Cyberpsychol Behav Soc Netw. 2021;24(4): 250-257. https://doi.org/10.1089/cyber.2020.0478

32. Colasante T, Lin L, De France K, Hollenstein T. Any time and place? Digital emotional support for digital natives. Am Psychol. 2022;77(2): 186-195. https://doi.org/10.1037/amp0000708

33. Zhu C, Xu X, Zhang W, Chen J, Evans R. How Health Communication via Tik Tok Makes a Difference: A Content Analysis of Tik Tok Accounts Run by Chinese Provincial Health Committees. Int J Environ Res Public Health. 2019;17(1): 192. https://doi.org/10.3390/ijerph17010192

34. Pruccoli J, De Rosa M, Chiasso L, Perrone A, Parmeggiani A. The use of TikTok among children and adolescents with Eating Disorders: experience in a third-level public Italian center during the SARS-CoV-2 pandemic. Ital J Pediatr. 2022;48(1): 138. https://doi.org/10.1186/s13052-022-01308-4

35. De Jans S, Cauberghe V, Hudders L. Red Light or Green Light? Netflix Series' Squid Game Influence on Young Adults' Gambling-Related Beliefs, Attitudes and Behaviors, and the Role of Audience Involvement. Health Commun. 2022;24: 1-12. https://doi.org/10.1080/10410236.2022.2100184

36. Reidenberg D, Niederkrotenthaler T, Sinyor M, Bridge JA, Till B. 13 Reasons Why: The Evidence Is in and Cannot Be Ignored. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2020;59(9): 1016-1018. https://doi.org/10.1016/j.jaac.2020.01.019

37. Nesi J, Johnson SE, Altemus M, Thibeau HM, Hunt J, Wolff JC. 13 Reasons Why: Perceptions and Correlates of Media Influence in Psychiatrically Hospitalized Adolescents. Arch Suicide Res. 2022;26(1): 313-324. https://doi.org/10.1080/13811118.2020.1779155